A las doce del mediodía, en todos los Centros de la ONCE en España, trabajadores y trabajadoras de la Organización detuvieron sus actividades por un instante.
Cientos de compañeros y compañeras secundaron las concentraciones convocadas por UTO-UGT de una pausa de 10 minutos que, en cada rincón, se sintió como un abrazo colectivo a quienes aún intentan sobreponerse a los estragos de vidas y destrozos materiales de la reciente DANA que azotó, principalmente, Valencia.
En pasillos, despachos, puntos de venta y entradas a los edificios de cada centro de trabajo todos se unieron en un acto simbólico, que reflejó la fuerza que tiene la solidaridad. La iniciativa, se llevó a cabo con un único objetivo: rendir homenaje a las víctimas y expresar el más sentido apoyo a quienes lo han perdido todo en las inundaciones del 29 de octubre.
Quedó claro que este gesto no solo fue una pausa, sino una declaración de intenciones, donde UTO-UGT reafirmó su firme compromiso de exigir a las administraciones públicas que movilicen con urgencia los recursos necesarios para atender a los damnificados, reconstruir las zonas devastadas y, sobre todo, garantizar la continuidad de todos los empleos.
La imagen de compañeras y compañeros reunidos con el mismo objetivo reflejaba el sentimiento compartido. La pérdida de vidas y de hogares necesita una respuesta que no se limite a la compasión, sino que avance hacia acciones concretas. Este acto de diez minutos es una de las muchas muestras de solidaridad en las que UTO-UGT participa o promueve, todas ellas en apoyo a las trabajadoras y trabajadores de la ONCE afectados. Porque, como se puso de manifiesto en esta jornada, hoy más que nunca queda claro que, unidos y unidas, el dolor se comparte y la esperanza se fortalece.